jueves, 10 de mayo de 2012

`1.5 Impacto del TLCAN en la capacitación en México.

El tratado de libre comercio de América latina (TLCAN) estableció un cambio estructural en la economía, planteando un camino dimetralmente opuesto al que durante años había venido transitando el país. El TLCAN establece una ruta en la que la actividad productiva del país debe estar dirigida por las condiciones de competencia internacionales, que al mismo tiempo brinde acceso al mercado más grande del mundo, y que simultáneamente abre a la sociedad mexicana a presiones e influencias no solo económicas si no también políticas y culturales, que anteriormente estaban controladas. El TLCAN puede ser revocado en el futuro, pero su institucionalización internacional no es tan fácil.

Los cambios a las reglamentaciones sobre la inversión extranjera debilitaron el esquema proteccionista, pues brindaron mayor seguridad jurídica a la inversión foránea, el acceso a las diversas actividades económicas por parte del capital extranjero se amplio en dos sentidos:

1)       se abrieron dos sectores que estaban restringidos a mexicanos o al Estado.

2)       Los limites de propiedad extranjera es las acciones de las diversas empresas se relajaron sensiblemente, llegando hasta 100% de propiedad extranjera en muchos casos.

En diciembre de 1993 se emitió una nueva ley de inversión extranjera, en esta se ampliaron las áreas no restringidas por la ley, y se adapto la legislación a los acuerdos convenidos en el TLCAN.

Una segunda reforma estructural fue el proceso de desincorporacion de entidades del sector público, ya sea vendiéndolas al sector privado, fusionándolas con otras o incluso cerrándolas.

Los objetivos detrás de esta política eran diferentes en cada caso, pero por lo general se podían resumir en dos reducir los gastos del sector público en forma permanente y permitir la participación del sector privado en esas áreas al reconocer que el precio o la calidad del servicio o del bien producido no era necesariamente competitivo.

De entre los principales cambios se encuentran la reprivatización de la banca comercial, la venta de compañías mineras, de autotransportes, siderurgicas,  y aeronáuticas, de ingenios azucareros, de un canal de televisión etc.

Los tiempos políticos internacionales fueron propicios debido a la caída del muro de Berlín y al cuestionamiento del papel del Estado en la economía de los países del este europeo. De 1 155 empresas o entidades que existían en 1982 quedaban 618, y para fines de 1993 ya solo quedaban 267 de las cuales 48 estaban en proceso de desincorporacion; así durante el sexenio salinista se retiro 21 ramas de actividad económica.

Los recursos que se obtuvieron de la venta de las empresas mencionadas llegaron alrededor de 61600 millones de nuevos pesos. Los recursos de estas ventas se depositaron en un fondo de contingencia, que al cierre de 1993 había recibido depósitos por 70 852.1 millones de nuevos pesos, creado originalmente para enfrentar problemas financieros extraordinarios, como las posibles reducciones del precio del petróleo.

El gobierno promovió la inversión privada en grandes obras de infraestructura tradicionalmente reservadas al estado, como la construcción y manejo de autopistas, el manejo de puentes marítimos, la generación de energía eléctrica, entre otros.


-Ortiz Wadgymar. Lo que nos dejo el neoliberalismo. Nuestro tiempo, 1982-2000 México.
-Cárdenas, Enrique. Estabilización, cambio estructural y colapso. FCE, 2000, México
-Pinto Villatoro Roberto. Planeación estratégica de capacitación empresarial. Ed. McGraw Hill.

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